Llegando al aeropuerto, la religiosa que organiza la visita a Israel nos dice que si alguien nos pregunta enfaticemos que nuestra visita es religiosa y no política; también nos insiste que debemos botar nuestros programas impresos donde se precisa la visita a refugios palestinos y encuentro con algunas organizaciones pro-derecho palestino. Creemos que exagera y bromeamos: un amigo y yo simulamos ser espías comiéndonos el papel antes que nos pille inteligencia israelí. Sin embargo, no exageraba y pronto el miedo empezaría a colarse silencioso y sinuosamente entre los integrantes de mi grupo antes de llegar siquiera a la tierra prometida. En pleno aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam un equipo de técnicos israelíes empieza a realizar una entrevista sobre los motivos de la visita. Tratan de ser amables pero tener soldados armados listos para actuar, te hacen sentir que estas siendo interrogado por el policía bueno. Somos 12 apóstoles venidos de diferentes partes del mundo; y dos de ellos -al menos para Israel- son extremadamente sospechosas de cometer un atentado terrorista: un candido joven de Indonesia que aunque cristiano lo condena haber nacido en un país musulmán; y una proactiva holandesa que aunque de primer mundo tiene en su pasaporte un ingreso al infierno del Líbano.

Algunos hemos sido codificados con un extraño código que nos obliga a pasar por un “gate especial”. Me han etiquetado. El código me prohíbe pasar con los demás pasajeros a la sala de espera, sino más bien me obliga a dirigirme al Gate 11 que –no podía ser de otra manera- se encontraba en un sótano. Una sala de espera, nuestras miradas confusas y uno a uno vamos desapareciendo detrás de unos paneles que se han colocado para no observar que acontece en el interior. Cuando llega mi turno e ingreso, veo un conjunto de agentes dedicado a tareas especializadas; la cantidad de agentes y los instrumentos sofisticados que hay en esa sala especial donde nos encontramos me hace suponer la cantidad de presupuesto que Israel debe gastar en defensa; me siento un peligroso espía intentando entrar a un país; trato de recordar alguna película y creo que esto nunca lo he visto en alguna de ellas; mis camaradas me muestran sus risas nerviosas pero también empiezo a sentir cierta indignación; me tratan como un sospechoso. Mi maleta es revisada sigilosamente por un hombre en guantes; otro agente pasa un cepillo scanner al saco azul que me han pedido que me lo saque, cada botón, etiqueta, bolsillo y costura es analizado en una pantalla; otro me pide que me quite la correa y los zapatos mientras me hace parar sobre un scanner que nunca antes había visto; luego, otro agente me lleva a un pequeño cuarto (alucino que es el cuarto de tortura); veo una mesa y sobre ella muchos frascos y chisguetes de colores fosforescentes que me suenan a reactivos (pero alucino que son pócimas que me inyectarán vía intravenosa para confesar mi real intención en Israel); analizo al agente (alucino que es mi torturador); me pide que me abra el pantalón, que lo baje hasta el muslo y empieza una revisión (me digo una y mil veces que nada puede pasar, que soy totalmente inocente pero recuerdo el Perú y eso a veces no tiene valor); termina la revisión (siento que he sobrevivido al interrogatorio); cuando salgo percibo que mis zapatos están siendo interrogados, uno a uno separados para cruzar información; el agente que revisa mi maleta se acerca y me pide que encienda mi celular que está apagado (claro, podría ser una bomba); lo mismo ocurre con mi camarada africano pero él se pone nervioso y le dice al agente que no se acuerda de la clave (alucino que dan alerta roja, que nos han descubierto y busco en el techo falso algún canal por donde habré de huir); en verdad, me preocupa, la respuesta del camarada no tiene lógica pero entiendo que esta nervioso, lo veo sudar, reírse, mover la cabeza de un lado al otro. El agente espera, creo que se compadece y le dice que su celular irá por bodega; mi amigo sólo atina a mover la cabeza aceptando la decisión.

Finalizado la revisión, el grupo es escoltado por un agente de regreso a la sala de embarque. Salimos del sótano escoltados y siento que hemos sido ultrajados, otros pasajeros nos miran, no se qué imaginan; nuestro agente nos lleva hasta el counter y por fin podemos pasar al avión. Respiramos y nuestro miedo se vuelve risas e indignación; sin embargo, en el estricto sistema de migraciones israelí esto recién empieza.

Llegar al aeropuerto de Tel Aviv en Israel es volver a casi cero las inspecciones previas realizadas en Holanda. Nuevamente entrevistas y nuestra camarada holandesa ha sido retenida y es interrogada sobre su visita al Líbano con las mismas preguntas pero de mil formas. El grupo está extenuado y el viaje empieza a sonar a pesadilla. Mientras esperamos, un Welcome to Israel gigantesco en la oficina de informaciones nos suena a broma pesada. Luego de tres horas de espera, nuestra camarada es liberada. Un bus que nos esperaba nos deja en apenas unos minutos en Belén. Es increíble, estamos en el pueblo donde hace dos mil y ochos años y dos días nació Jesús. Son las 7:30 aproximadamente del 26 de Diciembre del 2008, tiempo para cenar y dormir; cuando nos levantamos nos enteramos lo que sería la noticia internacional del año: Israel ha decidido bombardear la Franja de Gaza. El miedo sufrido en los aeropuertos se hace nada con este nuevo temor que con los días se apoderaría aún mas de todo el grupo. Acabamos de llegar a Israel y nos encontramos en medio de una guerra asimétrica y compleja que lleva ya muchos años de conflicto.

Posted by Cerdas Travesías on
categories: edit post

3 comments

  1. Anonymous Says:
  2. HOla Alex... gracias por la Info soy Liuva por el blog de El Comercio ubique tu link, porque estoy interesada en viajar a Israel diria yo la proxima semana... ya me habian comentado sobre los controles, amigos australianos pasaron una tortura y nose si mi visita a egipto me causara problemas? creo que por la seguridad no deberia preocuparme aparentenemente la cosa esta estable.
    La otra pregunta es: Peruanos necesitamos visa? en la web he encontrado dos versiones... asi que si me das una manita, pues excelente!!

     
  3. Hola Liuva.

    Los peruanos si necesitan visa. Ahora depende tambien donde vives. Yo la saque estando en Holanda y creo que tu vives alli tambien.

    En el aeropuerto de Tel Aviv te pueden hacer una entrevista sobre el motivo de tu visita. Quiza te pregunten que hiciste en Egipto. En todo caso, preparate para esa posibilidad incomoda.

    Siempre trata de decir que tu visita es "religiosa", es decir como cristiana (que asumo lo eres al menos de nacimiento) deseas conocer los lugares santos por donde recorrio Jesus. Evita mencionar tus visitas a amigos palestinos. Evita tu interes "politico" en la situacion israeli-palestina

    Yo fui en tour organizado por la universidad. No conozco las posibilidades de moverse solo hacia Belen (parte del West Bank) u otros lugares palestinos. Sola o con tours, de hecho pasaras por controles israelis cuando vayas al Mar Muerto, Galilea, Hebron o cualquier parte del West Bank.

    Jerusalen es tranquilo como cualquier ciudad.

    Bueno, suerte. Y cuenta tus adventuras posterior al viaje.

     
  4. Liuva

    Contacta a Lalita en el post Israel y palestina. Ella esta pensando ir a Israel y dice que peruanos ya no necesitan visa desde Julio.

    Suerte

     

Post a Comment

Travesias Pasadas

El cerdo

My photo
Blog donde se ofrece una mirada sobre temas politicos y sociales del Peru y Latinoamerica. Además Se relatan costumbres y aventuras vividas por el mundo, incluido un registro fotográfico del mismo.

Cerdo recomienda


Abrir en una nueva ventana

Translate

free counters